LA VIUDA POBRE

Re 17, 10-16; Sal 145; Heb 9, 24-28; Mc 12, 38-44

XXXII domingo del tiempo ordinario ciclo b

8 de noviembre de 2015

 

 

Del Santo Evangelio según San Marcos

En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles: buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se hechan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Éstos recibirán un castigo muy riguroso"

En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguroque esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir".

Palabra del Señor.

 

Ubicación literaria

 

El texto de Mc 12, 38-44 está situado después de un largo recorrido de Jesús, que va instruyendo a sus discípulos sobre diversos temas. Ya hemos transcurrido algunas secciones como: I. La preparación del ministerio de Jesús (1,1-13), II. Ministerio de Jesús en Galilea (1,14-7, 23); III. Viajes de Jesús fuera de Galilea (7,24-10,52).

 

Éste pasaje se ubica en la cuarta sección, titulado el ministerio de Jesús en Jerusalén (11, 1-13,37). El episodio mismo tiene tres momentos:

 

1. 12, 38-40 Es una crítica a los doctores de la ley

2. 12, 41-42 Se describe la limosna de la viuda

3. 12, 43-44 Jesús nos enseña cuál es la voluntad de Dios

 

Ubicación histórica

 

Les recomiendo que leamos el capítulo 23 de San Mateo donde se aglutinan una serie de denuncias de parte de Jesús contra los fariseos. En el texto de San Mc 12, 38-44, se ve reflejada la ostentación, de los escribas, todos ellos fariseos; en contraste con esta actitud Jesús nos describe un mensaje a través de la viuda pobre.

Ellos (escribas-fariseos), tienen el arte de ser siempre los primeros en toda la vida social, buscan el prestigio religioso de la ley, no tenían ningún inconveniente en disimular largos rezos, para ser tenidos como ejemplares y así buscar la forma de devorar las casas de las viudas.

 

Por otra parte, el texto se ubica en el Templo de Jerusalén y en el tiempo de la pascua, por lo mismo la ciudad está conglomerada de personas que visitan el Templo, es decir de peregrinos. Según datos de historiadores, llegaban a Jerusalén casi diez peregrinos por cada habitante. Los peregrinos llevaban ofrendas y diezmos; en el Templo se encargaban de recolectarlos, para la caridad de las viudas y de los pobres.

 

El episodio se ubica en el patio de las mujeres en el cual hay como 13 cofres en forma de trompeta. En esa época, es muy probable que no existían los billetes. Sólo circulaba el dinero en forma de moneda. Cuando se hacía el depósito en los cofres, es obvio que el sonido de las monedas se ampliaba y esto causaba admiración. Más si eran varias monedas. En cambio el depósito de la viuda pasa desapercibo. Jesús observa detalladamente esta escena.

 

La advertencia

 

Jesús advierte: ¡tengan cuidado con los escribas! Les encanta…

• Pasearse con amplios ropajes

• Recibir reverencias en las calles

• Buscan los asientos de honor

• Primeros puestos en los banquetes

• Se echan sobre los bienes de las viudas

• Ostentan largos rezos

 

El modo de proceder de los escribas y fariseos es falsa, es hipócrita porque utilizan su religión para buscar sus propios intereses, buscan su propia gloria y explotan a los demás.

 

¿De qué manera?

 

Jesús observa que la viuda es víctima de un sistema de corrupción y explotación. Por un lado porque los maestros de la ley al conseguir la reputación de ser piadosos, hacen alarde de largos rezos para impresionar y ser así nombrados administradores de los bienes de las viudas dado que éstas son incapaces para manejar los bienes de su marido. En la ambición de acomodarse socialmente a la manera del imperio, hacen uso para confiscar los bienes de las desprotegidas.

 

Por otra parte, el Templo se queda también con los bienes de ellas (las viudas). Por eso lejos de elogiar el gesto de ella (echar dos monedas), más bien ve que ella es víctima de la explotación también del Templo.

 

¿De qué manera?

 

En primer lugar las viudas no deberían dar ofrenda, más bien deben de recibir (Deut 14, 28-29). Así, pues, cuando ella deposita ahí sus monedas, se descubre o queda al descubierto que el Templo no es para fomentar una vida renovada, no es para compartir con el más desprotegido; sino todo lo contrario. Está llevando a esta pobre viuda a la muerte (ha dado todo lo que tenía). Jesús no afirma que ahora va a recibir mucho porque dio todo lo que tenía para vivir, sino que la están condenando a la extrema pobreza (no tiene quien la cuide y le han quitado –técnica y piadosamente- lo escaso que tenía). Esto es contrario a la misericordia. Y, ¿por qué dio dos monedas? En el Templo se ha fijado como ley que en cuestión de contribuciones una persona por muy pobre que fuera debe de dar como mínimo dos monedas.

 

Conclusiones:

 

1. El Templo es un lugar de encuentro con Dios qué es santo, bueno, misericordioso, justo, protege al desprotegido, etc.

2. En el Templo no se enseña la falsedad, hipocresía, la corrupción, la injusticia, sino el amor de Dios.

3. No olvidar que los predilectos de Dios son los pobres.

 

 

Elaboró Pbro. Gilberto Lorenzana González

Diócesis de Tuxpan

Formador del Seminario